En internet podemos encontrar una gran oferta de proveedores de alojamiento web, y de comparativas, opiniones, test de rendimiento… En ocasiones escoger un buen proveedor puede ser un dolor de cabeza. Para aclarar algunas cosas, vamos a contarte los principales tipos de alojamiento que puedes encontrar y algunas características en las que deberías de fijarte según tu sea tu proyecto online o sitio web.
Tipos de hosting o alojamiento web
Principalmente nos encontraremos con 3 tipos de ofertas en cuanto a servidores:
- servidor dedicado: se trata de una máquina (ordenador, servidor) entera para ti, que podrás configurar y administrar libremente.
- servidor privado virtual (VPS): consiste en coger un servidor dedicado (o un grupo de ellos) y particionarlos en pequeños servidores individuales independientes. Tienes garantizado ciertos recursos (número de procesadores, memoria RAM, espacio en disco…) para tu uso, y podrás configurar y administrar tu VPS como si de un servidor dedicado se tratase.
- servidor o hosting compartido: un pequeño espacio que te asignan de una máquina (o grupo de ellas). El hardware o los recursos de la máquina son usados por todos los clientes alojados en ella. Las capacidades de configuración y administración son mucho más limitadas, cada cliente no puede aplicar configuraciones distintas al servidor, dado que no se tratan de particiones independientes.
La opción más barata y que menos conocimientos requiere es el hosting compartido. El servidor dedicado es la opción más completa, pero un sitio web de tamaño medio seguramente no necesite todos los recursos del servidor. El término intermedio sería el VPS, cuentas con todas las funcionalidades en cuanto a administración, pero dispones de menos recursos, los suficientes para un proyecto medio.
Consideraciones sobre los servidores dedicados
Es la opción más completa y la más cara, además de necesitar conocimientos de administración y configuración de servidores. Algunos proveedores se ofrecen administrar el servidor por ti, con el consiguiente aumento de precio.
Hoy en día los servidores dedicados suelen ser máquinas con al menos 32 o 64GB de RAM, procesadores Intel Xeon de 4 u 8 núcleos al menos, y discos convencionales de varios Teras, o bien SSD (NVMe) de al menos 500GB.
Al contratar un servidor dedicado estás alquilando la máquina, el hardware, ubicado en un data center con buena conectividad. Por tanto podrás hacer con ella lo que quieras, en el sentido de instalar el sistema operativo que desees, servidor web, servidor de base de datos, otros componentes y paquetes, incluso usar o no paneles de administración de servidores tipo Plesk o cPanel.
A menos que tu proyecto (o proyectos) tenga picos de varios cientos de visitantes simultáneos y un nivel de visitas superior a los 12.000 usuarios diarios, no creo que compense hacerse con un servidor dedicado. Aunque estas cifras son relativas ya que dependerá de lo optimizada que esté tu aplicación o página web, si hace uso de cachés, etc.
Proveedores de servidores dedicados
Consideraciones sobre los servidores privado virtuales (VPS)
Es la solución ideal para los que deseen tener el control sobre la máquina, decidir que software y configuraciones aplicar, pero no necesite tantos recursos hardware para sus proyectos.
Muchos proveedores ofrecen paquetes de VPS en base a la cantidad de memoria RAM, número de procesadores y espacio en disco a contratar, permitiendo ir escalando y ampliando estos recursos si tu proyecto crece y va demandando más potencia o espacio.
Dado que son escalables y hay planes muy básicos, los VPS son ideales para la mayor parte de proyectos pequeños y medianos. Eso si, siempre y cuando tengas claro que eres el responsable de la administración y configuración del servidor.
Proveedores de VPS
Consideraciones sobre los hosting compartidos
Si no tienes conocimientos de administración de servidores o quieres despreocuparte de ello, y tu proyecto no es muy grande, no llegando a 1000 o 2000 visitas diarias, el hosting compartido puede ser una buena opción.
Recalcamos lo de puede llegar a ser una buena opción, porque también puede convertirse en una pesadilla. En este tipo de alojamiento hay proveedores de todo tipo, serios, profesionales, y otros que no lo son tanto.
El proveedor te dará acceso a algún tipo de panel de cliente en el que podrás realizar algunas tareas básicas, como configurar copias de seguridad de tu servidor, instalar aplicaciones (como WordPress, Moodle…) con pocos clics de ratón, crear buzones de correo, etc.
No tendrás forma de realizar acciones más avanzadas o personalizables, como instalar o configurar componentes, establecer tus propias reglas de firewall, etc.
En una oferta de hosting compartido debes fijarte en ciertas características o parámetros, como por ejemplo:
- versiones de software instaladas o disponibles (versión de PHP, de la base de datos, del servidor web…)
- si permite programar copias de seguridad y usar repositorios externos para almacenarlas
- el ancho de banda o caudal de tráfico garantizado (si lo tiene)
- si te garantizan unos mínimos en recursos (RAM, procesadores, espacio en disco)
- el tipo de disco (convencional, SSD, NVMe)
- si permiten el uso de varios dominios y límite de bases de datos a crear
- se permite la creación de tareas programadas
Hoy en día muchos proveedores han quitado la palabra «compartido» de sus ofertas, y las anuncian simplemente como hosting, hosting WordPress… Si no anuncian que se trata de un VPS o un dedicado, seguramente te estén ofreciendo un plan compartido.
Desconfía de aquellos planes de hosting que cuesten menos de 3-4€ al mes. Piensa que por esa cantidad la calidad del servicio y el soporte ofrecido no puede ser muy bueno.
En cualquier caso busca opiniones y recomendaciones en internet sobre un determinado proveedor. Incluso pruébalos, ya que algunos de ellos establecen plazos de prueba o de devolución de dinero.
Proveedores de hosting compartido
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